El ejercicio físico diario ayuda al ser humano a sentirse mejor tanto física como mentalmente. Una serie de estudios realizados por especialistas demostraron un rango de beneficios asociados a los ejercicios regulares, sobre todo en lo que hace a los efectos del estrés.
Investigadores de la Universidad de Colorado, EE.UU., dejaron claramente establecidos los efectos reductores del estrés que causa el entrenamiento físico. Para ello utilizaron ratones de laboratorio y los hicieron correr sobre ruedas en sus respectivas cajas mientras las iban poniendo cada vez más nerviosas mediante shocks eléctricos, inyecciones de la bacteria E.coli, y confinamiento.
Las ratas que se adaptaron produjeron más de las sustancias que son útiles para la lucha contra el estrés, y menos de las asociadas a los efectos negativos del estrés.
Al comparar roedores aptos y no aptos para estas pruebas, los investigadores encontraron que las ratas mejor preparadas aeróbicamente produjeron:
- Menor cantidad de una proteína asociada con la actividad cerebral que produce estrés.
- Menos noradrenalina, un neurotransmisor asociado al estrés
- Más glóbulos blancos, que combaten las infecciones.
- Más proteínas que combaten enfermedades, tales como la interleuquina-2 y el interferón-g
Los investigadores luego “tradujeron” estos resultados en términos humanos. Por ejemplo, pensemos en un escalador que no está preparado físicamente y que al escalar una montaña se corta.
Es muy probable que el cuerpo de esa persona no esté preparado para “limpiarse” de esa infección tan rápido o tan eficientemente como alguien que realmente está entrenado, y tenga un cuerpo preparado para escalar montañas.